Anexos clandestinos, clínicas y centros de tratamiento contra las drogas operan de forma descontrolada y sin regulación en la zona metropolitana de Guadalajara. Por fuera, aparentan ser casas normales. Fachadas que pasan desapercibidas, sin ningún anuncio sobre el servicio que ofrecen, sin avisos de que ahí habitan temporalmente jóvenes y adultos con problemas de adicción.
Algunos centros aparecen y otros desaparecen. Unos cambian de nombre o de domicilio de un día para otro. Solo unos cuántos sí tienen registro y autorización ante la autoridad encargada: la Comisión Nacional contra las Adicciones (CONADIC) en México. Así se pudo documentar en esta investigación periodística con base a datos y documentos oficiales.
Durante los últimos años, en la ciudad ha ido en aumento el consumo y abuso de sustancias que causan adicción. A la par, ha crecido el número de personas que requieren un tratamiento. Sin embargo, estos establecimientos no tienen la regulación suficiente por parte de las autoridades de Salud.
Los registros oficiales exhiben 24 centros con reconocimiento federal que operan en Jalisco (al corte de septiembre de 2020); sin embargo, al consultar fuentes oficiales, declaraciones de expertos, testimonios y realizar recorridos por algunos de esos puntos, se estima que solo en Guadalajara hay un subregistro de más de 50 lugares con tratamientos para desalentar la adicción a las drogas y decenas de lugares que operan de forma clandestina.
Dentro de estos centros, se presentan abusos y maltratos constantes que provocan daños físicos y psicológicos a las personas que se encuentran en rehabilitación. Desde golpes hasta castigos severos, según narran quienes han estado internados en alguno de estos establecimientos. Esta situación ha generado quejas incluso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ).
El Consejo Estatal contra las Adicciones en Jalisco (CECAJ), encargado del tema en el estado, asegura que tiene personal insuficiente para dar la supervisión a todos los centros. De ahí que surjan lugares que operen bajo la sombra de la ley.